La alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, ha anunciado el inicio del proceso para la implantación definitiva de la recogida selectiva de la fracción orgánica en todos los distritos de la capital con la instalación de un total de 473 nuevos contenedores marrones de 2.000 litros en la vía pública destinados al depósito de los residuos orgánicos para su correcto reciclaje y posterior transformación en compost. “Se trata”, según ha destacado la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, durante la visita que ha realizado esta mañana al distrito de Chana, “de un paso decisivo de esta ciudad para la mejora de los índices de aprovechamiento de sus residuos, al tiempo que implica un importante avance para hacer de Granada una ciudad más limpia, más sostenible y que cuida mejor de su entorno”.
El proyecto, con un coste total de 950.864,71 euros, está financiado en un 90 por ciento por los Fondos Next Generation de la UE en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España y subvencionado por la Junta de Andalucía con la aportación restante del Ayuntamiento de Granada y contempla la implantación progresiva de estos nuevos contenedores en todos los distritos y el desarrollo en paralelo de una campaña de sensibilización ciudadana que se prolongará en distintas fases hasta final de año para hacer llegar a vecinos de todas las edades y grandes productores la necesidad de “dar una vida útil a los residuos orgánicos que generan y, con ello, contribuir a consolidar unos hábitos de vida más sostenibles y comprometidos con el respeto al medio ambiente”.
La campaña ha arrancado esta mañana en la Chana con el reparto a los vecinos que se han acercado a la carpa instalada junto al Mercadillo de centenares de pequeños cubos aireados de 10 litros para uso doméstico, rollos de bolsas compostables, imanes e información sobre los biorresiduos que deben depositarse en el contenedor marrón; es decir, todos aquellos restos de fruta y verdura, restos de carne y pescado, cáscaras de huevo, marisco, frutos secos, comida en mal estado, restos de infusiones, posos de café, papel de cocina o servilletas de papel usadas cartón manchado de aceite o alimentos, restos pequeños de jardinería, ramos de flores, hojas secas o plantas que habitualmente suponen alrededor del 44 por ciento del contenido de nuestras bolsas de basura.